jueves, 7 de septiembre de 2017

¿Qué es la guerra? Las primeras batallas de la humanidad.


¿Qué es la guerra? La guerra en el sentido estricto de la palabra, es un conflicto en el que dos o más sociedades humanas  se enfentan de manera violenta, utilizando una gran variedad de armas que amenudo dejan una gran cantidad de muertes y daños materiales. Los origenes de las guerras son numerosos y variados, como la posesión de determinados territorios, mantenimiento o cambio de relaciones de poder, e incluso la implantación una ideología.

¿Pero desde cuando hay guerras? Parece díficil por no decir imposible determinar el origen de conflictos armados entre diversas sociedades, pues la falta de escritos no nos permite establecer una fecha exacta, además se considera el tipo de Relación interncional más antigua. No obstante hay varias hipotesis que intentan responder esta pregunta, la más apoyada dice que grupos de cazadores nómadas y recolectores sedentarios capaces de enterder el término propiedad, se peleaban por diversos territorios.

Por si fuera poco, si buscamos guerras en la prehistoria hay que diferenciar entre peleas individuales o conflictos armados con un alto número de combatientes. Restos de las primeras peleas pertenecen al paleolítico superior, así se han encontrado restos de un individuo infantil con una flecha en las vertebras (cueva de Grimaldi ), restos oseos con partes de armas incrustadas (cueva de San Teodoro) y demás restos arqueológicos pertenecientes al paleolítico superior y el neolítico, ya que los avances tecnológicos permitieron crear armas mucho más eficaces, capaces de duplicar la fuerza humana.

¿QUÉ ARMAS USABAN?

Como ya hemos dicho, los avances tecnológios del paleolítico permitieron crear armas que facilitaban labores como la caza y la defensa. Algunas de estas armas eran:

         EL ARCO Y LAS FLECHAS


El arco, de una forma genérica es un arma presente en casi todas las culturas, compuesta por una parte flexible unida con una cuerda por los extremos, que lanza proyectiles aerodinámicos llamados flechas.

Los primeros arcos eran varas de madera unidas por una cuerda. Posteriormente empezaron a realizarse arcos compuestos fabricados con materiales más actos para ello.


Las flechas al principio no eran más que palos afilados por un extremo, que más tarde se emplumaron para que fueran más aerodinámicas, y en ocasiones se les añadieron puntas de piedra.



    LA AZAGAYA Y EL PROPULSOR

   La azagaya es un palo de una longitud bastante grande, con una punta de asta de ciervo por lo      
general. En un pricipio se lanzaban con la mano, aunque más tarde el propulsor ayudo a mejorar la distancia a la que se lanzaba esta.

El propulsor ayadaba a lanzar la azagaya con más fuerza y ditancia que con la mano. Muchas veces estaban hechos de materiales preciosos y profundamente decorados.
Puntas de azagaya



Posteriormente se añadieron plumas







  EL HACHA DE SÍLEX                                                                                                             

En un momento perdido de la prehistoria, a alguien se le ocurrió la brillante idea de añadirle a una herramienta de corte un mango con el cual podía incrementar la fuerza con la que realizaba los golpes.


Más tarde, en el Neolítico se pulío la hoja del hacha con la que se alargaba la vida útil de esta.












LAS BOLEADORAS Y PIEDRAS ARROJADIZAS 


Los bastones y piedras lanzadas con la mano serían una de las primeras armas de caza. Con el tiempo, en el Paleolítico Medio aquellas primitivas sociedades de cazadores se darían cuenta de que atando la piedra con una cuerda y balanceándola se podía lanzar con mucha más fuerza y a más distancia que con la mano. Sin embargo, con este método el lanzamiento no sería siempre controlado.

Atando la piedra con una cuerda y girándola por esta y soltándola también se aumentaba la distancia del lanzamiento. Más tarde se añadieron más piedras y cuerdas, creando un arma temible, capaz de enredar las piernas de grandes mamíferos, las boleadoras.

También es importante nombrar los poliedros y esferoides líticos, piedras atadas por langas cuerdas que se tiraban contra animales y que podían recuperarse rápidamente para volver a ser lanzadas. Se usarían para ser lanzadas contra manadas de animales a la carrera.


LA HONDA



La honda es una de las armas más antiguas de la humanidad. Las primeras evidencias de su uso se remontan al principio del neolítico. De esa época se han hallado una gran cantidad de proyectiles de arcilla cocida asociados a usos bélicos. Sin embargo, el uso de la honda es todavía más antiguo, pero el hecho de que una simple piedra redonda y del tamaño adecuado fuera un proyectil ideal dificulta mucho la tarea de la distinción de sus proyectiles.

Al principio sería un arma usada exclusivamente para la caza de pequeños animales, pero su mayor alcance y poder de impacto sobre los arcos prehistóricos las haría ideales para usos bélicos y defensivos.

Sin embargo, el antecedente más cercano de la honda sería la honda de fuste o de vara. Sin embargo, la ineficacia de un simple nudo que liberaría la piedra en numerosas ocasiones de forma accidental acabó derivando en un nudo auto liberable atado a un mango que aumentaba de manera considerable la distancia y la precisión con la que se lanzaba el proyectil. El uso de mangos ya estaba generalizado a finales del Paleolítico. Posteriormente se sustituiría el mango por un lazo por donde introducir el dedo o la muñeca dando lugar a la honda. No obstante la honda de fuste seguiría siendo usada.

 LA LANZA

Sin duda una de las armas más usadas a lo largo de la historia, y una de las más elementales. Consistían en largas varas con una punta en uno de los extremos que permitían incrementar el alcance del hombre que las usaba. Las primeras lanzas eran varas de madera con una punta endurecida al fuego. Con el desarrollo de las técnicas líticas las puntas pasarían a ser de piedras cortantes como el sílex. Otro tipo de puntas serían las fabricadas con hueso que aguantarían más los golpes y conservarían durante más tiempo el filo.


Su fácil manejo y la protección que ofrecía su longitud las hacían ideales como armas de caza.


También se utilizarían como armas arrojadizas.









Un saludo y hasta la próxima entrada.